tag:blogger.com,1999:blog-134720712024-03-13T10:41:46.660-03:00DistémperEchando a perder se aprende. Sí, claro.Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.comBlogger125125tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-73529846461249978502007-05-15T18:09:00.001-04:002011-01-08T12:06:00.350-03:00Contabilidad creativa<span style=";font-family:arial;font-size:100%;"><span style="">Por motivos estrictamente profesionales, hace algunas semanas estaba buscando el sitio web de un servicio de prostitutas de Washington. Buceando por la red, hallé una copia de la página de marras en <a href="http://www.archive.org/web/web.php">Internet Archive</a> (vertedero de toneladas de basura que se han subido al ciberespacio). Una vez concluido el trámite jugué por un rato a admirar pantallazos interesantes como la versión 1997 de Icarito y estupideces por el estilo.</span></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;"><span style=""> <o:p></o:p></span></span> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="">En un momento de iluminación nostálgica me pregunté si aún permanecería archivado mi viejo blog. Ahí, en efecto, estaba <a href="http://web.archive.org/web/20050819000001/www.6109.cl/distemper/">el desgraciado</a>, con sus anécdotas rancias, mentiras surtidas y reflexiones insípidas. Al revisarlo me vino la vergüenza. Decidí que ya era hora de confesar por qué diablos hace dos años comencé a publicar mis intimidades pese a que en ese entonces ni siquiera sabía qué era un blog. Como el contrato se canceló hace tiempo -y cierta millonaria deuda a mi favor jamás fue saldada- supongo que no hay pecado ni delito en contar una historia patético-sabrosona. Acá va.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="">Durante la primera mitad de esta década trabajé para un canadiense afincado en Chile cuyo disparatado negocio estaba orientado al márketing virtual. Le redacté y traduje varios sitios; siempre me pagó entre lamentos y con meses de atraso. Apremiado por mis obligaciones, asentía a cada una de sus propuestas aún sabiendo que me acarrearían malos ratos.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="">Llegamos entonces a enero de 2005. “<span style="font-style: italic;">El futuro de internet serán blogs y estar seguro de haber plata ahí</span>”, me informó en su torpe español. Contra todo pronóstico, ejecutivos de márketing de una gaseosa habían comprado su demente idea: estaban dispuestos a financiar la creación de cuatro blogs de jóvenes alegremente estereotipados. “¿Para qué diablos?”, se preguntará el intrigado lector. Pues bien, estos personajes irreales difundirían mensajes subliminales sobre la importancia de rescatar el lado amable de la vida.<br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="">Aplicando el manual 'Maquiavelo para Tontos', mi jefe pretendía que un par de muchachos simpaticones estimularían a legiones de adolescentes a plegarse a la buena onda y tragar la bebida que<span style=""> </span>representaba esta actitud vital. En suma, quería modelar “líderes de opinión en consumo”. Yo -treintón y acabado- había sido elegido por mis habilidades no-verbales para encarnar al universitario recién egresado que vuela del nido para vivir solo. Acepté y qué. Un par de lucas nunca está de más.</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="">Así nació mi alter ego Distémper, quien al principio era un tipo cordial, optimista y políticamente estupendo; con el tiempo se fue pareciendo cada vez más a mí. Para escribir intentaba hacer memoria de las aventuras menos interesantes de mi cesante juventud. Mi misión era darme a conocer en la restringida blogósfera que existía en esa época. Hice mi pega. El blog estaba alojado en un sitio creado específicamente para tan malignos fines: en su declaración de prin</span></span><span style="font-size:100%;"><span style="">cipios pregonaba su aspiración de ser el lugar de reunión de los internautas libertarios de Chile. Incluso dos muchachos -Pancho y Andrés, hermanos emprendedores, amables y ficticios- invitaban a los incautos a enviarles sus datos para que les diseñaran un blog lindo y distinto al resto. La <a href="http://web.archive.org/web/20050817225637/www.6109.cl/index2.html">página de presentación</a> es de antología. Mentiras, como todo lo demás.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://web.archive.org/web/20050714012640/http://www.6109.cl/logoblog.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px;" src="http://web.archive.org/web/20050714012640/http://www.6109.cl/logoblog.jpg" alt="" border="0" /></a></span><span style="font-size:100%;"><span style=""> <o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="">El asunto -huelga decir- jamás llegó a buen puerto y dudo sinceramente que la empresa que nos pagó haya conocido nuestra existencia. Jamás hubo control de lo que escribíamos y nunca nadie se tomó la molestia siquiera de leer los posts. Cuatro meses después, cuando ya nos habíamos olvidado de difundir el mensaje de la “chispa de la vida”, me anunciaron vía e-mail que el proyecto se cancelaba ipso facto. El saco de plata se había agotado.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><span style="">Lo malo es que mis compañeros y yo nos habíamos entusiasmado con el experimento. El juego era cada vez más entretenido así que mandamos al canadiense al demonio. Esa misma noche me instalé en Blogspot y comencé a escribir las huevadas que en realidad me interesaban. Luego me llegó el pichulazo de mi jefe y las amenazas por robo de propiedad intelectual (es decir, mis viejos posts). Fin.<o:p></o:p></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><span style=""><o:p></o:p>En otra oportunidad contaré de cuando simulé ser un candidato presidencial. </span></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com37tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1154113145721498802006-07-28T14:40:00.000-04:002006-07-28T15:05:01.456-04:00El Silencio que Mata<span style="font-family: arial;font-family:arial;font-size:100%;" >Cuando tenía quince años partí de viaje de estudios al Sur. Fue una semana extraña. En el camino de ida el Chico Rosas fue al baño, se afirmó de donde pudo y por poco se mata pues el vidrio salió volando y se hizo trizas en la carretera. Aún recuerdo que no pude mear en todo el camino y que llegué a destino con la vejiga inflada como globo. Esa noche supe además que poseía una nada despreciable capacidad para tom</span><span style="font-family: arial;font-family:arial;font-size:100%;" >ar lo que me pusieran por delante y comprobé con terror que no conocía ninguna canción de Silvio Rodríguez. Es más, ni siquiera sabía quién diablos era Silvio Rodríguez. Curioso, porque el 80% de mi curso era facho y yo no. Por horas debí fingir avergonzado que entonaba el Unicornio Azul y otras joyas de su repertorio. Durante los primeros tres días de ese viaje sufrí además junto a una nueva amiga que me acompañaría fielmente en el futuro: la acidez. Como no tenía idea qué cresta era, pasé tristes jornadas sin probar bocado mientras el resto gozaba de asados al palo, pailas marinas y delicias alemanas.</span> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;">En Valdivia nos alojamos el hotel Villa del Río. Junto a mi amigo Conejo caímos en la mejor cabaña de todas: Diego, uno de nuestros compañeros, sufrió un ataque hepático fulminante y nos tocó compartir con él una especie de suite aislada del resto. Recuerdo vagamente que durante ese día recorrimos como zombis los fuertes españoles y que navegamos hasta Corral. En la noche comimos -bueno, yo no- y luego me acoplé</span><span style="font-size:100%;"> a un grupo que quería jugar pool. Miré por un rato cómo hacían el ridículo ante la mirada hosca del resto de los parroquianos, bebí una cerveza y aburrido decidí regresar al hotel. Muerto de sueño llegué a la cabaña; nadie me abrió, aunque dentro se oían voces. Decidí asomarme por la ventana del otro lado y, en efecto, ahí estaba Diego conversando con otro compañero. Por más que golpeé ninguno me hizo caso. Estaba a cinco metros del río y a lo lejos se divisaban las luces de la ciudad.</span></p><span style="font-family: arial;font-family:Arial;font-size:100%;" >Ahí comenzó lo realmente extraño. Al devolverme noté que algo había cambiado. Definitivamente era otra puerta, otro lugar. Nada de lo que me rodeaba lo había visto antes. En vez de estar frente a los estacionamientos del hotel me encontraba en medio del campo junto a una vieja casona. Aterrado comencé a suplicar que me abrieran, pero nada pasó. Volví a dar la vuelta y vi por la misma ventana a Diego manipulando objetos sin ningún sentido. Para cambiar el canal del televisor sacaba un cajón del velador y giraba la perilla; para prender la radio levantaba la manilla de una cómoda. Me miraba y se reía como enajenado. En vez del río, detrás mío vi una vieja reja de madera y luego una especie de enorme ciénaga sembrada de fumarolas. El silencio era absoluto como nunca lo he sentido en mi vida.<br /><br /></span><a style="font-family: arial;" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/Lynne%20Marsh%20Night%20Life.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/Lynne%20Marsh%20Night%20Life.jpg" alt="" border="0" /></a> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;">Antes de caer en pánico tomé la mejor opción que podía: decidí que por alguna razón estaba alucinando. Y lo disfruté. Me fumé un cigarrillo sentado junto al pantano, subí por una escalera al segundo piso de la casa y recorrí habitaciones abandonadas. Molesté a Diego lanzándole tierra y ramas por las rendijas del techo. Luego de horas de libertad maravillosa y estúpida pedí que por favor el juego se acabara. Y sin más todo desapareció. Regresé a la cabaña y un preocupado Conejo me abrió. Había estado tres horas perdido. A la mañana siguiente comprobé que el hotel y sus alrededores eran el sitio más vulgar del mundo. Nunca me volvió a ocurrir algo así.<o:p><br /></o:p></span></p> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;">(En 1996 le conté todo esto a unos conocidos y sólo Pato Rojas se mostró genuinamente impresionado. Alguna vez él se había desdoblado y su historia era similar. Hace unos años Patricio murió esperando un transplante de hígado.)<br /></span><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p><p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:10;"><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p>¿Cuál es la razón para relatar esto? Ninguna en particular. Es sólo que ya se me está olvidando y prefiero dejarlo por escrito.</span></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com52tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1152725021354047062006-07-12T13:15:00.000-04:002006-07-12T13:44:53.166-04:00Caso Cerrado<span style="font-family: arial;font-family:arial;" >Mientras Italia dirimía con Francia el título del Mundial, yo figuraba arriba del auto manejando por calles vacías. Mi hija, la Cotetita -ahora rebautizada Cototita- se había pegado so estrellón contra una muralla y lucía un chichón del porte de un huevo de campo en la frente. Debí abandonar ipso facto el asado mundialero con los cabros de la pichanga para ver a mi niñita. Estaba bien, por suerte.</span> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal">Creo que vi más partidos que nadie en Chile. En mi nueva condición de <span style="font-style: italic;">free-lance</span>, logré ajustar todos los horarios para aburrirme de lo lindo con demostraciones horribles de antifútbol. Sacrifiqué horas de sueño para sufrir tristes empates cero a cero y patear la perra a medida que avanzaban los minutos. Elaboré un sinfín de teorías para explicarme por qué la fiesta que esperé durante meses resultó tan fastidiosa. Apenas recuerdo haber disfrutado de verdad unos quince minutos de los seis días que perdí irremediablemente frente a la tele. </p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/anamariapolo.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/anamariapolo.jpg" alt="" border="0" /></a>Incluso, cuando se jugaban encuentros a las tres de la tarde, me sorprendí varias veces sintonizando el programa de la Doctora Ana María Polo: ahí sí que había emoción genuina. “<span style="font-style: italic;">¡Caso cerrado!</span>”, golpeaba la licenciada con su martillito y yo volvía a TVN para comprobar que la asamblea de troncos seguía igual de fome. Ni siquiera fui capaz de convencer a Manguac de retomar la criticada cucharita mundialista. Tuve que cucharear solo. “<span style="font-style: italic;">Por fin se acaba esta porquería, ya me tiene chato</span>”, llegué a confesar la semana pasada.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">He descubierto que el paso de los años me ha vuelto más amargo y que ya no soy capaz de tragar mierda sin saborearla. La pichanga dominical me resulta diez veces más emocionante que cualquier partido de este bodrio de Mundial. Mucho más entretenidas estuvieron las comilonas organizadas con la excusa de Alemania 2006. Quizás maduré, lo que sería aterrador. </p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Cuando conducía raudo para ver a mi hija, descubrí que los penales, Zidane, los hinchas pintarrajeados, Sobalaprieta y todo lo demás me daban lo mismo. Además estoy feliz y 64 malos partidos de fútbol no me van a arruinar ese estado.</p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1149624695340063832006-06-06T16:01:00.000-04:002006-06-06T16:23:48.723-04:00La Cucharita Mundialista<span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >El Mundial de Japón-Corea me sorprendió inmerso en una cesantía bastante más cruel de la que gozo hoy. No sólo carecía de un ingreso fijo, sino que -dado mi temperamento nórdico- había juzgado inútil la compra de una estufa. Para aplacar el frío y templar el espíritu pasaba la mitad del día acostado y la otra cubierto por una capa de cuatro poleras y dos suéters. </span> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Ese junio del 2002 compartía este mismo caserón de Av. Portugal con mi amigo Manguac. Cada noche disfrutábamos del momento más agradable de la jornada empinándonos un corto de pisco con jugo en polvo, brebaje de dudosa cepa conocido como </span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >huichipirichi</span><span style="font-size:100%;">. El alcohol servía de calefacción y en más de una oportunidad nos estimuló a interpretar con entusiasmo nuestras <a href="http://www.worth1000.com/entries/166500/166655LQSP_w.jpg">guitarras invisibles</a>. </span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Quizás ése fue el invierno más crudo del último lustro: la madrugada en la que los surcoreanos eliminaron a Italia diluviaba como pocas veces he visto en Santiago. Al preparar café a las 6 AM descubrimos providencialmente que el living se estaba anegando. Esa noche un congelado Manguac trabajó frente al computador cubierto de pies a cabeza con una frazada a modo de caperuza. Habíamos tocado fondo: mi camarada decidió renunciar a la tacañería como <i style="">modus vivendi</i> y compró una estufa.</span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Durante la primera ronda de ese Mundial mañanero cada uno programaba su despertador y disfrutaba del fútbol bien arropado en su respectiva habitación. Al principio guardamos educado silencio, pero pronto vencimos la timidez y a grito pelado comentábamos de una pieza a otra los tiros en el poste y offsides mal cobrados. A las ocho él partía a trabajar y yo le sacaba pica porque todavía quedaba un partido más.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/cucharita.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/cucharita.jpg" alt="" border="0" /></a></span> </p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Un buen día nos dejamos de huevear. Era absurdo que por miedo al </span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >qué dirán</span><span style="font-size:100%;"> cada uno viera el mismo match en distintos televisores separados por cinco metros de distancia. Creo que fui yo el que durante un cotejo en donde los “</span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >ooooh</span><span style="font-size:100%;">” iban y venían le grité “</span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >¡Ya Manguac, ven para acá!</span><span style="font-size:100%;">”. Por un rato permaneció tiritando sobre el cubrecama, pero el frío polar invitaba a obviar prejuicios, cubrirse y compartir el lecho: así nació la incomprendida y vilipendiada “Cucharita Mundialista”. Nada mejor que la <a href="http://www.lacuarta.cl/diario/2006/03/21/21.05.4a.CRO.CAMION.html">cucharita</a> para afianzar una amistad sobre bases firmes, casi de roca diría yo. Cosas de hombres con los pantalones de pijama bien puestos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Aunque este Mundial no se jugará de madrugada, igual instalé una frazada en el sillón para las eventuales cucharitas de fin de semana. Son varios los interesados que ya postulan para colocarse al medio. Es que igual hace frío, poh.</span></p><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > </span>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com40tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1149002700701444402006-05-30T11:16:00.000-04:002006-05-30T11:25:00.780-04:00Hablando se Entiende la Gente<span style="font-family:Arial;"></span><blockquote><span style="font-family:Arial;">“Buenos días caballero; no, no vengo a comprar, de hecho ni siquiera sé qué vende usted ahora que pienso. Lo que me gustaría es hablar con el responsable de la alarma de este negocio. Sí, esa caja blanca y cuadrada que está sobre su puerta: la alarma, pues. Mire, sabe que desde hace un mes todas las mañanas despertamos a saltos porque alguien la hace sonar a todo chancho. Todos, pero todos-todos los días</span><span style="font-family:Arial;"> pasa lo mismo</span><span style="font-family:Arial;">, </span><span style="font-family:Arial;">de lunes a sábado,</span><span style="font-family:Arial;"> siempre diez para las siete de la mañana. ¿No sabía?</span> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:Arial;">Me he dado la lata de levantarme antes de que amanece, subir la persiana y espiar lo que pasa para estar seguro de venir a hablar con usted. Un taxista abre la reja, saca el auto, cierra la reja, se va y la alarma queda sonando hasta que se aburre. Y suena fueeeerte. Me quita minutos de descanso porque tengo el sueño liviano. Claro, empezamos el día con cara de nalga, pues como puede ver mi casa está ahí, justo al frente de su local. Mi niña se asusta con el ruido y yo también. No creo que sea justo que todo un barrio se despierte de madrugada porque al tipo le da flojera desconectar y reconectar la alarma. Aunque no parezca, acá vive harta gente, me parece curioso que yo sea el primero en reclamarle.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:Arial;">No, no creo que el hecho de que se les haya perdido el control remoto de la alarma sea una buena explicación. Compre uno nuevo mejor será. Es como si yo tuviera un perro que mordiera a todos los que pasan por la calle. No podría justificarlo diciendo que se me perdió la correa. ¿Ve? La verdad lo que menos quiero es pelear, vengo a <span style=""> </span>pedirle educadamente que le diga al taxista que nos deje dormir tranquilos. En el fondo es algo de convivencia, diría que de buena vecindad, aunque suene cursi. Si en la noche alguien realmente quisiera robar su negocio y sonara la alarma nadie le avisaría a los carabineros porque estamos hartos del escándalo. Ese es el problema con las alarmas que suenan porque sí. Gracias por escucharme. Buenos días”.</span></p></blockquote><p class="MsoNormal"><span style="font-family:Arial;"></span></p><p class="MsoNormal"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/alarma.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 120px; height: 120px;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/alarma.jpg" alt="" border="0" /></a><span style="font-family:Arial;"> <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:Arial;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-family:Arial;">Contra todo pronóstico, hoy no hubo boche alguno diez para las siete de la mañana. Ya me estaba preparando para botar a palos la maldita caja ruidosa. A cambio, otro estúpido decidió probar la alarma de su auto en plena calle a las 6 AM. Pero algo es algo. <o:p></o:p></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1148333558623947202006-05-22T17:19:00.000-04:002006-05-22T17:43:54.150-04:00Tribunal de Penas<span style="font-family:arial;">¿Qué hace Mario Guzmán, inspector del tránsito de la Municipalidad de Santiago, a las once y cuarto de la noche de un gélido domingo otoñal? Obvio: multa al auto estacionado frente a la puerta de tu casa. Realmente notable el celo del funcionario, creo que califica para el galardón al empleado del mes. No obstante me preocupa un poco su armonía familiar; a esa hora don Mario debería departir acurrucado con su cónyuge mientras espera el inicio del Zoom Deportivo.</span> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Pero pucha, si dejo el cacharro ahí es justamente para escuchar desde mi lecho cuando los diversos hampones que deambulan alegremente por el barrio me estén robando los espejos y/u orinando el capot. Mi plan para estos meses fríos es amedrentar al eventual delincuente lanzándole el agua hirviente del guatero en la cabeza. En fin, nada mejor que comenzar el lunes sabiendo que otra vez adquiriste una deuda de 27 mil pesos con tu municipio. </p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Luego del desaguisado, en mi navegación matutina me encuentro con que más personas habían decidido amonestarme durante la noche. Sin mayor dilación, un colega bloguero decidió sumar dos más dos y le dio cuarenta y siete. Tras la fallida operación, me dedicó este poema en haiku:</p><p style="font-family: arial;" class="MsoNormal"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://elchere.blogspot.com/"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/Flojo%20y%20Cara%20de%20Raja.jpg" alt="" border="0" /></a></p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Ay, qué lamentable confusión. Luego de dar corteses explicaciones -no faltaba más- logré que el irritado joven eliminara este rosario de chuchadas personalizadas de su sitio. No se puede negar que cada día estoy más tolerante a la patada al hígado. El otro día me trataron de “maricón cobarde” y yo dije que claro, que podía ser, aunque a nivel espiritual y no del ano.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Tras cartón, feliz de la vida, partí a una nueva entrevista laboral. Sí, por fin pude aplicar mi comprensión lectora recitando de memoria las respuestas adecuadas para el Test de Rorschach. Vi conejos de pascua, niños en un balancín, caballitos de mar y un banjo. Espero que después del veloz análisis la psicóloga no haya dictaminado que soy un flojo, plagiador y cara de raja. Tal vez lo sea, pero espero que la gente se tome un poco más de tiempo para determinarlo, un par de horas al menos.</p><p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">De vuelta a mi casa preparé litro y medio de jugo en polvo de naranja, el cual luego procedí a derramar encima de mis pantalones, zapatos, suéter, horno eléctrico, microondas, tabla de quesos, set de mondadientes y el piso. Al menos no es temporada de hormigas.<br /></p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">La única alegría del día vino al ratificarse que Montenegro decidió independizarse de Serbia. Hay pocas cosas que me regocijen más que la autonomía de los pueblos y los cambios de fronteras en los mapas. Cuando se desintegró la Unión Soviética casi lloraba de emoción e incluso me conmovió la secesión del Timor Oriental. Por algo disfruto los atlas geográficos (y las alcachofas).</p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com29tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1147201929778815472006-05-09T14:28:00.000-04:002006-05-09T15:38:24.346-04:00Como Dos Gotas de Agua<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/peter%20sellers.6.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/400/peter%20sellers.2.jpg" alt="" border="0" /></a><span style="font-family:arial;">Tras disfrutar de la película, Plop confirm</span><span style="font-family:arial;">ó una discutible teoría de Manguac: yo sería igualito a Peter Sellers en <a href="http://imdb.com/title/tt0063415/">La Fiesta Inolvidable</a>. Luego de intentar ofenderme me declaré halagado, pues Sellers le disputa palmo a palmo el título de mejo</span><span style="font-family:arial;">r actor de la historia a <a href="http://www.its.caltech.edu/%7Edannyc/pictures/keaton_pony-l.gif">Buster Keaton</a>, a quien sí me parezco mucho la mayor parte del tiempo (eso cuando no abro el hocico). Además, según la jovial señorita, en el mentado film el popular Inspector Clouseau interpreta a un tipo cuya actitud vital -despistada, torpe, calculadamente tímida- sería una copia de mi ridícula forma de enfrentar la existencia.</span><br /><o:p style="font-family: arial;"></o:p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Esto de andarme encontrando parecido a figuras del ayer y de hoy no es nada nuevo. Una chiquilla muy optimista insistía en hallarme igualito a Rob Lowe, actor ochentero de efímera fama con quien probablemente comparto la mirada profunda y el codo derecho. La familia Costas, por su lado, <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/tapia%20vs%20lowe.1.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 201px; height: 121px;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/tapia%20vs%20lowe.jpg" alt="" border="0" /></a>aún sigue con la cantinela de que yo sería una fotocopia de Miguel Tapia en sus años mozos, lo cual no me agrede en lo absoluto pues el baterista era lejos el mejor parecido de Los Prisioneros. En realidad, hay que decirlo, no tenía mucha competencia.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">También tengo clones futboleros. Uno es José Luis Sánchez, el ‘Mataor’, delantero del montón de la Unión Española y campeón de la Copa Intercontinental con Vélez sin disputar un minuto en cancha. El otro, el popular ‘Chamagol’, émulo del Chavo y el Chapulín, a quien detesto por lauchero, comilón y garrablanca. Alguien ha sugerido incluso que me semejo algo al ‘Cóndor’ Rojas por la tremenda jeta, el pelo chuzo y mis voladas felinas de palo a palo. En la universidad una corriente de pensamiento determinó que yo era el gemelo oscuro de nuestro compañero <a href="http://turzua.blogspot.com/">Tomás Urzúa</a>, rubio y de ojos cla<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/chamagol%20vs%20bergkamp.0.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 225px; height: 100px;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/chamagol%20vs%20bergkamp.jpg" alt="" border="0" /></a>ros. Como él era el calco viviente de Dennis Bergkamp yo vendría siendo una especie de negativo del habilidoso delantero del Arsenal, algo que me halaga mucho. </p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal"><o:p></o:p>Durante largos años intenté en vano imitar la chasquilla de Alan Wilder, tecladista de Depeche Mode, pero sólo logré verme como Miguel Barriga, vocalista de Sexual-Democracia. Últimamente he decidido que lo más fácil es parecerme a algún miembro de <a href="http://www.kulichki.com/cddisk/devo/potato.jpg">Devo</a> y en eso empeño mis afanes.</p><p style="font-family: arial;" class="MsoNormal"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/wilder%20vs%20barriga.0.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 280px; height: 107px;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/wilder%20vs%20barriga.jpg" alt="" border="0" /></a></p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal"><o:p></o:p>A final de cuentas, si he de ser franco, al único que me parezco demasiado a es a mi papá y con eso me declaro totalmente satisfecho porque el viejo es harto buenmozo, aparte de más simpático que la chucha.</p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com22tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1146589948788992712006-05-02T13:05:00.000-04:002006-05-02T13:16:21.903-04:00Hablemos de Vómito<span style="font-family:arial;">La imagen vívida de lo indigno: un tipo de 32 años, que oculta su incipiente calvicie con una chasquilla canosa, abrazado a un árbol y vomitando en cuatro patas. Lugar de los hechos: Fantasilandia, clínica al aire libre donde los lolos aspiracionales invitan a sus pololas para estimular el aborto espontáneo. No es mi caso, por cierto, pues no soy aspiracional. Sólo persigo la diversión total.</span> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Precavido, antes de partir al parque de diversiones tomo un desayuno ligero. Sin embargo no hay caso. Resisto estoicamente los giros en 360º, la caída libre y los frenazos en seco de los cuatro primeros juegos. Pero al subirnos a la vieja montaña rusa, aquella que me aterrorizó en 1982, simplemente colapso. Salgo pálido y mareado como pollo. Decido que lo mejor es fumar. Mala idea. Luego de tragarme dos papas fritas partimos al Barco Pirata. Odio el Barco Pirata.</p><span style="font-family:arial;">A nuestro lado un muchacho con el rostro verdoso anuncia entre arcadas que va a buitrear. Al menos desvía la atención, porque estoy desesperado y presiento el desastre. El sádico operario de la máquina disfruta al vernos suplicar que detenga el bamboleo de una vez. Al bajarnos me sorprende no ver un vomitorio ad-hoc o algún rastro de hamburguesas dobles devueltas por el pueblo mareado.<br /><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/v%3F%3Fmito%20de%20gato.0.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/200/v%3F%3Fmito%20de%20gato.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style="font-family: arial;">¿Cómo voy a ser el único con ganas de vomitar de todo el parque? Me aguanto y logro subir a varios juegos, aunque sufro hasta con las curvas de la Casa Encantada y no precisamente por los ridículos maniquíes de cadáveres. Finalmente, cuando en Santiago cae la noche, me escondo entre los arbustos y procedo a evacuar. Salgo de las matas como un patético hombre nuevo.</span> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">En 1998 terminé en cama luego de dos paseos en el Barco Pirata de una feria de playa. Un año antes vomité a anónimos adolescentes en un juego de Fantasilandia parecido a la ruleta humana que ya no existe. Al comenzar esa década experimenté espasmos en Italpark. En 1985 mi abuela -luego de pasearnos por Mundomágico- debió encarar a un chofer que quería bajarme a patadas por buitrearle la micro: muchas vueltas en las tacitas.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Ahora que lo pienso soy bueno para marearme. Podría seguir hablando de vómito pero entraría al pantanoso terreno etílico y para qué. Dado mi <i style="">expertise</i>, sólo aconsejo taparse las narices al momento de devolver. Nada más incómodo que tener un pedazo de suflito a medio deglutir atrapado en las vías respiratorias superiores.<span style="font-family:arial;"><br /></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com35tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1145543722099796972006-04-20T10:15:00.000-04:002006-04-23T19:14:44.666-04:00Máximo Peralta en el Diván<span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >La sicóloga recién egresada del Instituto Insucopoc de Puente Alto me pregunta entre susurros “<span style="font-style: italic;">¿y la relación con tus papás</span>?”. “<span style="font-style: italic;">Buena, harto buena</span>”, respondo. Desilusionada, me insiste en algún odio subyacente hacia mis hermanos. “<span style="font-style: italic;">La verdad no, me caen re bien los cabros</span>”, digo. No sé qué más quiere: poco antes la jovenzuela casi me hace llorar refregándome la ausencia de mi hijita. Pucha la diabla perspicaz.</span> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Por desgracia durante la sesión un resfrío rebelde me hace “correr la nariz”, como se dice vulgarmente. Poco previsor, no llevo ninguna clase de pañuelo desechable y/o confort. <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/FREUD2.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/FREUD2.jpg" border="0" /></a>Los mocos me cuelgan, los sorbeteo disimuladamente y me meto los dedos a la nariz de refilón para que no me vea. Me siento incómodo.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Durante la hora previa le he relatado toda mi vida desde que vi la luz. La infancia junto a la flora y fauna del Bío Bío, nuestro éxodo a Santiago, experiencias colegiales, universitarias y laborales. Al explayarme sobre mi devenir profesional le explico la reciente <a href="http://www.lun.com/modulos/catalogo/paginas/2006/04/23/LCTP05RE2304.htm">resurrección en LUN</a> de mi alter ego Máximo Peralta. Sus ojitos brillan y cree ver un indicio de desdoblamiento de personalidad o </span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >doppelganger</span><span style="font-size:100%;">. Soy una rata de laboratorio en manos de un colegial con bisturí. </span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Antes de eso he redactado un cuento que debe hacer mención a cinco imágenes que me anexan: equipo de baby fútbol, pareja indiferente, cumpleaños infantil, reunión de trabajo y charla de seguridad. Escribo la historia de un árbitro al que su esposa no le habla por saquero. Luego contesto un test psicológico donde elijo las palabras que más me identifican de entre una lista del tipo ‘entusiasta’, ‘bondadoso’, ‘creativo’ y ‘simpático’.Por desgracia ninguno de los 28 ítems incluye el adjetivo ‘odioso’. Más tarde le escribo a mano una amable carta a una persona que desconozco explicándole mis gracias. </span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Posteriormente soy sometido al <a href="http://www.luscher-color.com/">Test de Lüscher</a>, que determina si estás loco o no dependiendo de los colores que te gustan. O algo así. Por desgracia no me aplican el aún más popular Test de Rorschach, al que algunos zafios denominan 'Test de Rocha'. Estudioso, la noche anterior ya me había aprendido de memoria <a href="http://www.deltabravo.net/custody/rorschach.php">las respuestas adecuadas</a>. Consejo: jamás ver penes, vaginas, potos ni tetas; ojalá sólo animalitos silvestres y parejas bailando (no fornicando).</span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/rorschach.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; cursor: pointer; text-align: center;" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/rorschach.jpg" border="0" /></a></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">En fin: ¿estoy mal de la cabeza? No tengo idea. Todo este examen lo enfrenté enfundado en mi terno funerario-nupcial dentro de un proceso de selección para redactar </span><span style="font-style: italic;font-size:100%;" >free-lance</span><span style="font-size:100%;"> la revista institucional de una ferretería.</span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1143740703983352472006-03-30T13:21:00.000-04:002006-03-30T16:23:06.686-04:00La Empresa Joven<span style="font-family:arial;">Cuando hace tres años llegué a </span><a href="http://www.bazuca.com/cgi-bin/ncommerce3/ProductDisplay?prrfnbr=7311950&prmenbr=451"><span style="font-family:arial;">Pantano.com</span></a><span style="font-family:arial;"> me advirtieron que debería ponerme la camiseta de una empresa con espíritu joven. Esto último me dio mala espina, pues tiempo atrás había trabajado en Canal 2, una ‘empresa joven’... tan joven que en la víspera de Navidad todavía no nos cancelaban los sueldos de noviembre. Acá al menos siempre me pagaron cuando correspondía, aunque misteriosamente mi salario fue disminuyendo con el paso del tiempo pese al aumento de la inflación y -por qué no decirlo- del PIB.</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Es verdad, trabajar en una Empresa Joven me brindó momentos inolvidables que siempre atesoraré. Por ejemplo, ver al Gerente General llegar en bermudas o a mi colega Abelardo lucir un coqueto traje de baño rojo en la oficina. Pude compartir las chácharas telefónicas de Caramelo, quien en cierta ocasión habló con su parentela por dos horas y media sin parar. También disfruté de la actitud distendida de Lenteja, quien cada mañana llegaba una hora atrasada excusándose religiosamente con un "<em>perdón, se me pasó la micro</em>". Era lo único que decía en todo el día.</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Cómo no recordar esos tres días en que estuvimos sin e-mail porque un funcionario decidió escanear un libro entero y enviárselo a un amigo usando el correo de la empresa. O cuando el Jefe de Marketing adquirió un furgón por apenas seis millones de pesos para poder salir a las discotecas con su team de promotoras; un millón y medio costó el arreglo del cacharro apenas un mes después de la compra. Ahí mismo se disolvió el team: el negocio del año. Ah, y cómo olvidar la rotativa de secretarias joteadas hasta el acoso sexual por diversos contadores auditores.</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Claro, este relajo laboral también tuvo sus inconvenientes. Los inviernos pasamos tanto frío que nosotros mismos debimos hacer una vaca para reparar la estufa y comprar un balón de gas. Gozamos de ricos asados dieciocheros, pero los choripanes luego fueron descontados por planilla. Nunca vi un aguinaldo ni de cinco lucas, ni una cajita navideña o un reajuste; un vale de almuerzo, un día administrativo o un beneficio médico; un basurero en el baño, jabón en el lavatorio ni un felpudo en la puerta. Vi sin embargo cómo a pesar de la perpetua crisis nos dábamos el lujo de pagarle a gurúes para que evacuaran informes consistentes en un par de perogrulladas nunca puestas en práctica. Jamás fui evaluado ni supe si mi trabajo era bueno, más o menos o una porquería. Cuando me equivoqué, fui reprendido a gritos y en público. Al echarme, mi jefe me ofreció cartas de recomendación </span><span style="font-family:arial;">como se hacía en los años ’50: "<em>Felipito es muy puntual, limpio y nunca se ha robado nada</em>".<br /><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/1905_Minnesota_pf023867_v.1.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 396px; height: 200px;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/1905_Minnesota_pf023867_v.1.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style="font-family:arial;">Y pese al ‘espíritu joven’ nunca en mi vida había compartido menos con mis compañeros de trabajo. Pasaban días en los que nadie hablaba nada con nadie durante toda la jornada. El sistema de comunicación con otras áreas se reducía al gruñido. En Canal 2 no nos pagaban, pero lo pasaba tan bien y me reía tanto que el día se me pasaba volando. Acá las cinco horas se me hacían un calvario cotidiano.<br /></span><br /><span style="font-family:arial;">Mi agonía laboral se acaba y no sé si seré retrógrado, pero a final de cuentas si esta es la Empresa Joven prefiero cien veces la Empresa Vieja. </span>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com28tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1142981377182633952006-03-21T18:44:00.000-04:002006-03-21T18:51:45.973-04:00Una Historia de Violencia<span style=";font-family:arial;font-size:100%;" ><b style=""><span style="">Acto 1:</span></b></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" > Un furgón estacionado en la vereda no me deja entrar al garage de mi casa. Voy apurado y toco la bocina. (Entre paréntesis, vivo hace cinco años acá y no tengo idea cuál es el rubro del negocio de mi vecino, un anónimo cincuentón al que siempre saludo con diplomacia. Aparentemente tornea piezas metálicas. Una noche sospecho que enloqueció porque se puso a golpear por dos horas el poste de luz con una llave inglesa). En fin, del interior de su extraño emporio se asoma un barbeta: “<i style="">Espera</i>”, me dice. Espero, pues. Con parsimonia se dirige a su vehículo, pero en vez de moverlo saca una caja y entra al local. </span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >Al rato sale y efectúa el mismo ritual. Minutos después extrae de la guantera una guía de despacho y en cámara lenta intenta franquear la puerta otra vez.<br /><br />“<i style="">¿Vai a moer de una puta veh el auto pa’ que puea entrar a mi casa, ahueonao?</i>”, le consulto algo molesto por su actitud displicente. “<i style="">Te esperai</i><span style="font-style: italic;"> nomá</span>”, me informa. Decido no hacer caso a su consejo y a grito pelado se inicia una gresca en coa que no pasa a las manos más que nada por mi escasa habilidad pugilística. Mi vecino, El Hombre sin Nombre, se asoma de su ratonera y al ver mi rostro sulfúrico me advierte que mejor no sea tan prepotente. </span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >El chofer mata de bolas decide por fin mover su cacharro de porquería y logro entrar hecho un mono. Sin embargo luego me invade la triste sensación de que por culpa de un maleducado arruiné un lustro de amable convivencia. Nada de raro que gracias al chismorreo del vecindario ahora haya pasado a ser ‘El Matón de la Cuadra’.</span><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" ><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/vaca%20vs.%20perros.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 398px; height: 262px;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/400/vaca%20vs.%20perros.jpg" alt="" border="0" /></a></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><b style=""><span style="">Acto 2:</span></b></span><span style="font-size:100%;"> Intentamos disfrutar de una mediocre película en el cine. Luego de una hora de proyección un joven decide que sus agotadas extremidades merecen un descanso. No elige entonces nada mejor que cruzar sus patas en el respaldo de nuestros asientos, exactamente cinco centímetros por arriba de nuestras cabezas. Digamos que no es agradable tener un zapato inmundo columpiándose sobre tus ojos. Protestamos y el avergonzado lolo encoge las piernas pidiendo disculpas. Pero, envalentonado quizás por qué, quince minutos después hace lo mismo. Asumiendo mi recién descubierta prepotencia lo agarro de los pies y lo zamarreo.<br /></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">“<i style="">Eres un imbécil… imbécil… imbécil</i>”, me susurra el pailón. “<i style="">¿Acaso te educaron en un establo, saco de hueas?</i>”, le inquiero, faltándole el respeto de paso a cientos de personas bien educadas en establos (y al resto del auditorio que nos trataba de hacer callar). “<i style="">Pendejo inmaduro</i>”, sentencia el niñato, confundido de seguro por la oscuridad, pues yo podré ser bastante inmaduro, pero "pendejo" a estas alturas… Al término de la función nuevamente evito el contacto visual y físico con mi adversario de turno, demostrando cierta cobardía que tampoco me hace feliz.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span><span style="font-size:100%;"><br /><b style=""><span style="">En resumen:</span></b></span><span style="font-size:100%;"> necesito lecciones de box o cachacascán.<o:p></o:p></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com25tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1142266805047030372006-03-13T12:24:00.000-04:002006-03-17T09:17:18.480-04:00Cambio Trabajo por Comida<span style="font-family:arial;">Malo es que te echen del trabajo; peor aún es tener que ir a parar el dedo por un mes a la oficina y que tus compañeros te eviten cual enfermo de chancro. Pero pese a mi incómodo status intento arreglármelas para vivir alegremente mis últimas jornadas en Pantano.com, una empresa con espíritu joven. Caramelo -la diseñadora reconvertida en <em>product manager</em>- nos sorprendió hace unos días con un par obsequios de su catálogo. El primero, un bolígrafo plástico luminoso ideal para escribir a oscuras. La próxima vez que redacte una carta en el cine sin duda lo tendré a mano. El segundo, el pináculo del buen gusto: un llavero con una cucaracha real momificada dentro de acrílico. "<em>Qué lindos son, ¿no?</em>", nos comentó la emprendedora. Al gruñirle un 'gracias' pensé que todo formaba parte de un sofisticado ritual cargado de símbolos funestos, pero luego lo descarté.</span> <p><span style="font-family:arial;">En este instante mis curricula -por fin puedo usar ese plural- deambulan por el ciberespacio acechando una oportunidad que impida mi muerte por inanición de aquí a un semestre. Nada fácil será este desafío, sin embargo, considerando que si levantas una piedra aparece una escuela de periodismo con decano, estamento docente, secretarias académicas y centenares de ávidos alumnos dispuestos a destazarte por 50 lucas. Así, cavilando durante las noches de insomnio, he decidido que esta penosa instancia bien podría ser la gran chance para mi necesaria reconversión laboral. Barajo una serie de alternativas:</span></p><p><span style="font-family:arial;"><strong>- Asesor Nutricional a Domicilio</strong>: la Dieta Pumarino da resultados palpables y es-pec-ta-cu-la-res. ¡Baja de peso con el tratamiento entretenido!<br /><strong>- Chofer de Radiotaxi Pirata:</strong> un cesante y un auto limpio hacen buena pareja. Tendría eso sí que rescatar mi cacharro del mecánico más lento del mundo, lavarlo de vez en cuando y dejar de putear al resto del parque vehicular.<br /><strong>- Redactor de Anónimos Amenazantes:</strong> ¿necesito explicarlo? De hecho puedo escribirlos en el cine. Ya van a ver los rechuchesumadres, váyanse con cuidadito.<br /><strong>- Maestro de la Celosía:</strong> durante cuatro años he reparado con éxito todas las persianas de mi hogar (eso hasta ayer, cuando con HP nos echamos dos de un paraguazo tratando de perforar un enorme resorte metálico). Mi especialista persianero cobra 25 lucas la visita y se demora en promedio diez minutos para cada arreglo: probablemente ya sea un magnate.<br /><strong>- Consultor en Manipulación Emocional:</strong> ¿dejaste la mansa escoba?, ¿tu pareja no te habla?, ¿te sientes culpable? En tres sesiones te dejo listo para que convenzas hasta a Benedicto XVI que en realidad él se equivocó, entre súplicas pida sinceras disculpas y de pasadita te cuente el Cuarto Secreto de Fátima.</span></p><p><span style="font-family:arial;"><img style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/400/trabajaporcomida.jpg" border="0" /></span></p><p><span style="font-family:arial;">Acepto pagos en efectivo o especies.</span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1141672838167783522006-03-06T16:14:00.000-03:002006-03-07T11:08:31.680-03:00Cesante Ilustrado<p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-family:arial;">Cada mañana el sol entra por la ventana y se refleja directamente en mi pequeño monitor. No veo nada. Trabajo entonces casi a oscuras, pero cuando mis compañeros llegan me reclaman que la oficina parece una cueva. Durante la jornada subo poco a poco la persiana a medida que el brillo me molesta menos. Para no joder al resto, hace unas semanas improvisé con un catálogo de vinos y una caja de acrílico una especie de visera sobre la pantalla. Así distingo mejor las letras. "<em>El día en que quede ciego voy a demandarlos</em>", ironicé una vez. </span></p><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-family:arial;">Sin mayores preámbulos: me acaban de echar del trabajo. La empresa retoma su larga agonía, se jibariza y yo me voy porque mi puesto es prescindible. Y es verdad, lo es. Durante tres años me he dedicado con ridículo esmero a describir con sentido comercial y sin faltas de ortografía peluches, salsas de tomate y rosas ecuatorianas. Medía llaveros con una regla y anotaba:</span></p><blockquote><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-family:times new roman;">"Llavero de metal cromado con forma de flecha. Regalo ideal para ese chico especial que te hace suspirar. </span><span style="font-family:times new roman;">Dimensiones: 12 x 5 cm (estirado)".</span> </p></blockquote><p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-family:arial;">Cada vez que dejaba la regla en el escritorio sentía que mi orgullo profesional recibía una bofetada. Esa era la mitad del trabajo. La otra era corregir en Word 97 los comentarios cinematográficos de docenas de adolescentes disléxicos. Cuando reclamé en diciembre por la pasmosa lentitud de mi tarro, el Jefe de Sistemas me sugirió que sacara el fondo de pantalla y la dejara en negro pues la foto de Don Ramón consumía mucha memoria. Tecnología de punta a su servicio: así da gusto hacer negocios en Internet.</span></p><img style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: pointer; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/don%20ram%3F%3Fn.0.jpg" border="0" /><br /><span style="font-family:arial;">Hace algunos meses por primera vez me preguntaron con todas sus letras qué era <a href="http://distemperblog.blogspot.com/2005/03/gente-en-conserva.html">exactamente lo que hacía </a>en mi pega y me dio vergüenza decirlo. Hoy me echaron, pero debo permanecer durante todo este mes en mi puesto expiando el infame mes de aviso como un cadáver ambulante. Ojalá me hubieran pegado una patada en el culo sin más; no me gusta andar dando lástima. Siempre he abominado de ese lugar común que habla de que cada crisis es una oportunidad, pero si en este caso no lo tomo así significaría que definitivamente soy huevón de profesión.</span>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com35tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1140798048072629322006-02-24T13:16:00.000-03:002006-02-24T13:25:33.270-03:00El Sentido del Tránsito<span style="font-family: arial;font-family:arial;font-size:100%;" >Hace unos cuatro meses comenzó a molestarme algo. Era una ligera presión en la mollera que desaparecía al rato. No le di mayor importancia porque tiendo a confiar en la teoría de que las cosas que no se arreglan solas simplemente no tienen solución. Mi familia me acusa injustamente de hipocondría: más bien soy somático y la tensión se me va al cuerpo. Hubo una época en la que todos los jueves me dolía la garganta pero el viernes ya no. Atribuí entonces este ligero dolor en el cráneo a escuchar música a todo chancho en mi recién adquirido reproductor de mp3.</span> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;">Pues bien, esta semana tomé vacaciones en mi casa pues luego de mi separación sufro algunos problemas de liquidez. Aprovechando el tiempo libre decidí que era hora de ver qué diablos me pasaba en la maceta. Resulta que con los meses la leve molestia derivó en un perpetuo dolor en el mate. Era como si tuviera un elástico alrededor del cerebro y la única</span><span style=";font-size:100%;" > </span><span style="font-size:100%;">manera de aplacar la molesta sensación era colocarme un cintillo tipo Hans Gildemeister en la cabeza. <a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/cerebro.0.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/cerebro.0.jpg" alt="" border="0" /></a></span><span style="font-size:100%;">En una ocasión tocaron el timbre y bajé a abrir con el cintillo puesto: el cartero me miró con cara de lástima, como pensando que seguramente yo era un ridículo ochentero sin ningún sentido del gusto.</span></p> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;">En fin, la neuróloga ordenó un escáner cerebral con contraste. Este último dato no deja de ser interesante pues en cierto momento -mientras estás amarrado y enceguecido dentro de un tubo- te inyectan yodo a la vena y te arden las partes blandas, incluyendo manos, cara y gónadas. Y vaya que arden, es como si rociaran tus testículos con gasolina y les prendieran fuego. Luego de la desagradable experiencia manejé por tres cuadras contra el tránsito por Avenida Salvador. Mientras me miraba el piquete en el brazo vi aparecer la marea de autos y por suerte escapé jabonado de un choque frontal que me hubiera mandado más rápido de lo presumible al nicho. Lo curioso es que cinco minutos después hice lo mismo en Av. Portugal y a la mañana siguiente repetí la gracia en esa calle. Diagnóstico médico apresurado: el exceso de yodo te convierte en un idiota al volante.</span></p> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;">Acabo de recibir el resultado del escáner tras días de calvario que me han impedido disfrutar con propiedad de mi breve asueto estival. No tengo nada en mi cabecita loca. Cefalea Tensional por Estrés, esa es la apuesta. Mmmh, suena lógico considerado el huracán pasional en el que me he visto envuelto en los últimos meses. Como ya me veía camino al sarcófago, en estos instantes me encuentro casi eufórico y he decidido disfrutar de la vida como un oligofrénico. Así que esta misma tarde parto al Festival de Viña para gozar del concierto de A-Ha e incluso pienso llevar el cintillo para exhibirme como el ridículo ochentero sin ningún sentido del gusto que soy.<br /></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1138902113187985832006-02-02T14:44:00.000-03:002006-02-02T14:49:03.793-03:00Carrete Light de Verano<p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Como parte de mi vilipendiada transformación en un hombre nuevo decidí superar mi temperamento habitualmente hosco en el trabajo: participaría del denominado 'Carrete Light de Verano' organizado por mis compañeros de oficina. Luego de la jornada laboral me reuniría con mis colegas en el apestoso Bar Rinoceronte para disfrutar del 'happy hour', un invento que siempre he encontrado algo chabacano. En palabras de Caramelo, la diseñadora-<i>product manager</i> y gestora del evento, esta reunión sería una linda instancia para "<i>tomar, reírnos un rato, copuchar y juntarnos</i>". En otras palabras, chacotear un rato con gente con la que nunca cruzo palabra más allá de lo estrictamente necesario y protocolar.<o:p></o:p></span></p> <p style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">El panorama, admitámoslo, no era del todo tentador. En general esas asambleas vespertinas de oficinistas terminan en el festival del pelambre o con algún contador borracho como zanja joteando a la compañera más tímida. La posibilidad de aburrirme miserablemente era de un 83%, aproximadamente. No obstante, pese a estos oscuros presagios, acepté la invitación. Me dije a mí mismo: "<i>mismo, quizás es hora de que compartas estrechamente con esos seres humanos que te acompañan cinco horas al día; en una de esas tu jornada laboral se vuelve más grata si logras cierta intimidad bonachona con el personal </i>". Sí: hasta para pensar soy relamido. De hecho poco a poco se consolida el verbo transitivo 'apumarinarse', usado en el argot juvenil para describir el momento en que alguien utiliza algún término rebuscado dentro de una plática coloquial, onda 'vete a enjuagar el esmegma, so pánfilo'.<o:p></o:p></span> </p> <p style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Pero dejo de divagar. La cosa es que yo salgo mucho antes que el resto pues gozo de la bendición-condena de trabajar media jornada. Pasé ansioso la tarde en mi hogar mientras aprovechaba de matar el tiempo encerando el parquet y planchando mi nuevo set de pantalones. A medida que se acercaba la hora de salir sentía una leve comezón a la altura del plexo frente a este evento que tal vez significaría el comienzo de un nuevo estadio en mi vida de asalariado. Quizás al día siguiente, en vez de gruñirle a medio mundo, podría saludar alegremente al staff al estilo Canitrot: "<i>¡hola, hola, camaradas, ¿cómo va esa dieta, chiquilla?; linda corbata, Nelson</i>."<o:p></o:p></span></p> <p style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/Rino.0.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/Rino.0.jpg" alt="" border="0" /></a><o:p></o:p></span></p> <p style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Bueno, la huevada es que a las 9 llegué al Rinoceronte y no había nadie porque -como me enteré después- los muy cretinos habían decidido que el local era medio chulo y se fueron a otra parte. Como nadie sabía que tengo celular, ni tampoco pensaban que fuese a ir, se mandaron a cambiar sin mayores cuestionamientos morales. En suma, hice el más reverendo ridículo y volví a casa odiando a medio mundo, todo lo contrario de mis nobles propósitos. Moraleja: si en verdad no quieres hacer algo, no lo hagas pues gil. <o:p></o:p></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com37tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1138041985817436112006-01-23T15:34:00.000-03:002006-01-23T16:09:22.940-03:00Aperra con Ventaja<span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >Una <a style="font-weight: bold;" href="http://editorial.elmercurio.com/archives/2006/01/como_entrar_a_m.asp">carta publicada hoy en El Mercurio</a> revela que un 71% de los alumnos que cursará primer año de Medicina en la Universidad Católica este 2006 asistió al preuniversitario Pedro de Valdivia. Un 56% de los que entraron a la Universidad de Chile, igual. Curioso fenómeno cuya causa admite sólo cuatro explicaciones:</span><br /><p class="MsoNormal"></p><blockquote style="font-family:arial;"><p class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">a) Gracias a una notable serie de casualidades, justo en el preuniversitario P. de Valdivia coinciden año a año las mentes jóvenes más brillantes de Chile.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">b) El sistema pedagógico del preuniversitario P. de Valdivia es tan efectivo que permite crear superdotados en apenas nueve meses.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">c) El preuniversitario P. de Valdivia les enseña trucos a sus alumnos para que puedan rendir bien en la maldita prueba.</span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">d) El sistema de selección universitario está corrupto hasta la médula por la existencia de estas pseudo casas de estudio que cobran mensualidades de cerca de doscientas lucas a cambio de ayudarte a aprender de memoria las respuestas de la PSU.</span></p></blockquote><p class="MsoNormal"></p> <p class="MsoNormal" face="arial" style="margin-left: 36pt; text-indent: -18pt;"></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p>El autor denuncia que los grandes preuniversitarios -que a estas alturas no son más de dos o tres- contratan a sujetos para que rindan la PSU con el mero objeto de memorizar algunas preguntas que se incluirán en los facsímiles de ensayo del año siguiente. Sin mayor trámite hemos privatizado entonces hasta a los estudiantes de la educación pública: las conclusiones dan para mucho, pero no quiero seguir vomitando. Sólo decir que desde que se inventaron los preuniversitarios -instituciones amorfas y monopólicas que no existen en ningún otro lugar del mundo- todos supimos que algo putrefacto se instalaba en todo el sistema. ¿Cómo le irá en la vida profesional a un tipo cuyo gran mérito es saberse de antemano las respuestas correctas a un test? Súper bien, poh. Para qué estamos con huevadas.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: arial;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.pvw.cl/cuadro_honor.html"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/Aperra.0.jpg" alt="" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">Ahora bien, ¿por qué lo tomo como una afrenta personal? Pues porque mi hermanita quería estudiar Medicina, dio la PSU en diciembre y le fue bien, muy bien. Aún así no estudiará lo que quiere, sino que deberá sufrir por dos años la anti-universidad: el Bachillerato, ese invento creado por la UC en donde ponen a competir a doscientos buenos alumnos para ver si pasan el cedazo (dudo que si todos tus compañeros son potenciales rivales en el <span style="font-style: italic;">ránking </span>les prestes tus apuntes con linda letra manuscrita antes de una prueba, por ejemplo). Mi hermanita estaba triste y frustrada, pero al menos supongo que esto le ayudará a saber que la competencia que enfrentó no fue justa. Como ella está perdida en algún lugar del sur del territorio y <a href="http://colapsosgalopantes.blogspot.com/">escribe de manera bastante esporádica</a> -por no decir semestral- asumo su tardía defensa.</span> </p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com34tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1137195253565350602006-01-13T20:31:00.000-03:002006-01-15T08:44:59.816-03:00Discado Directo Distinto<span style="font-family:arial;">La raza humana en general ha sido objeto en este precario espacio de una camionada de quejas, alegatos, acusaciones y pullas que por cierto le han brindado un tono jocoso-festivo que sin querer raya en lo amargado. Una de las facetas más asquerosas de mi inestable personalidad es cierta envidia soterrada que me invita a culpar a medio mundo de mis males: parte de mi proceso de <a href="http://www.lun.com/Reportajes/blogs/detalle_noticia.asp?cuerpo=702&seccion=813&subseccion=918&idnoticia=C387316646246875"><span style="font-style: italic;">rebranding</span> personal</a> debe pasar por dejar de echarle la culpa al empedrado y decidir qué diablos es lo que he estado haciendo mal para cambiarlo de una vez. Por eso hoy plancho la ropa, intento dejar de lado mi insoportable actitud derrotista y, bueno, también he hecho otras cosas que no pienso comentar acá.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;">La cosa es que acabo de recuperar la esperanza en el género humano y eso no es poco. </span><span style="font-family:arial;">La historia va así: hace algunos días llamé a Javier V., gerente de una empresa telefónica, con el fin de concertar una entrevista para una de las seis pegas que ejerzo en paralelo. Me preguntó mi número de celular por si ocurría cualquier contratiempo antes de la cita.</span><span style="font-family:arial;"> “<span style="font-style: italic;">No tengo celular</span>”, le dije con cierto tono orgulloso del huevón que se cree distinto pero en realidad sabe que necesita urgentemente el aparatito y no se decide nunca a comprarlo.</span><span style="font-family:arial;"> </span><span style="font-family:arial;">“<span style="font-style: italic;">¿Y es por motivos éticos o algo así que no tienes?</span>”, me preguntó curioso.</span><span style="font-family:arial;"> </span><span style="font-family:arial;">“<span style="font-style: italic;">Mmmmmf, no, en realidad no, burshiplagmerafinkub</span>”, debí admitir.</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/telefono.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/200/telefono.0.jpg" alt="" border="0" /></a><span style="font-family:arial;">Hoy, cuando fui a entrevistarlo, Javier tenía un celular de regalo para mí, lindo y nuevecito de paquete. Se tomó con paciencia de santo una hora y media en habilitarlo, cargarle plata y enseñarme a usarlo porque cachó que yo no tenía idea ni siquiera de cómo se encendía. Me sirvió bebida, contestó con interés el aburrido cuestionario y me contó sobre su hermana que está estudiando Periodismo. Torpemente lo abracé cuando salí. Él no es mi amigo, aunque tal vez sí.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;">Y me vine a casa alegre de verdad. Yo, que despotrico como un imbécil contra todo y todos, recibí una lección y se la agradezco a Javier incluso más que el telefonito.</span>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com24tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1136238776800010022006-01-02T18:49:00.000-03:002006-01-02T18:52:56.886-03:00¿Las Bicicletas son para el Verano?<span style="font-family: arial;">Ir al trabajo en bicicleta no sólo te brinda una útil sesión diaria de veinte minutos de ejercicio matinal y otros veinte de sancoche vespertino sino:</span> <ol style="font-family: arial;"> <li>Un bronceado a partir del codo que le otorga a tus brazos un curioso tono mulato-pantruca. </li> <li>Fresco aroma a sopapo al llegar a tu hogar.</li> <li>Posibilidades ciertas de insolación en las escuálidas y desarboladas ciclovías.</li> <li>Mal humor congénito frente al automovilista criollo que no duda en lanzarte encima su cacharro comprado en 96 cuotas con tal de llegar tres segundos antes a su pega de mierda.</li> <li>Odio ventral contra el peatón que no considera a la bicicleta como un vehículo y decide cruzar a mitad de cuadra dándote la espalda medio metro antes de que tú pases. Cuando le gritas que por favor no sea imbécil te mira con cara de marsupial adicto al Agorex.</li> <li>La invaluable chance de conocer en profundidad a dos vecinos: 6.1.- el que estaciona su furgón bloqueando el paso y luego te amenaza con sacarte la conchetumadre si le señalas que la huevada de vereda no es suya; 6.2.- el senescente que saca a pasear sin correa a un perro imitación bulldog que te muerde una canilla.</li> <li>En época preelectoral como ésta, la oportunidad comprobar en directo la persistencia del apagón cultural cuando docenas de adolescentes te ondean sus banderas en plena cara mientras tú, enceguecido, intentas no sacarte la cresta en medio de la Alameda.</li></ol><br /><a style="font-family: arial;" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/Yosemite1986.0.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/Yosemite1986.0.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style="font-family: arial;"> Ahora bien, todo esto forma parte del anecdotario del pedal que le brinda al artilugio ese encanto bucólico-pastoril de lo gratuito. Por último gracias a la bici no sólo me ahorro el desagrado de comenzar el día colgando de una transpirada micro sino que cuento con quince lucas extra que puedo ocupar, por ejemplo, para comprarme un joystick tránsfuga que no sirve para ni un carajo y que ahora tengo que ir a cambiar por la misma mierda. Además, pedaleando y pedaleando mantengo las piernas bastante firmes y -por qué no decirlo- contorneadas, aunque ojalá hubiera bicicletas para pedalear con las manos dada la ridícula delgadez de mis extremidades superiores. </span><ol style="font-family: arial;"> </ol> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Por cierto, al próximo almácigo de bolas que me ondee una banderita en el hocico le advierto que ipso facto me bajo y le introduzco el asta por donde mejor le quepa.</p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com35tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1135462069918506642005-12-24T19:05:00.000-03:002006-03-17T15:23:52.396-04:00Océano de Mierda<span style="font-family:arial;">Por razones que no viene al caso explicar estoy aprendiendo a planchar. A mis 32 años me enfrento a un desafío absurdo y que no estaba dentro de mis alternativas académicas de perfeccionamiento. Yo que tanto quería estudiar Geografía y en vez de eso debo convertirme en un autodidacta de la plancha. Y de la escoba. Y del paño de sacudir. Y de la esponja de oro y el CIF. Y del trapero y el cloro.</span> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Puta que es difícil planchar cuando no tienes ni la más remota idea sobre el asunto. ¿Se le echa agua o no? ¿Por qué el maldito aparato se prende y apaga arbitrariamente? ¿Cómo diablos se dobla un par de pantalones para no arrugarlos de nuevo al meterlos al cajón? ¿Existe vida inteligente sobre la Tierra? ¿Qué es qué?</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Sé que alguna vez proclamé acá mismo que la ropa, una vez puesta, se plancha sola. Es increíble cómo uno puede pontificar huevadas y luego morderse la cola como la culebra aquella. Lo admito: la ropa arrugada permanece arrugada y al día siguiente amanece más arrugada aún, transformándote paulatinamente en algo similar a un pordiosero, pero un pordiosero orgulloso y cómodo, lo que es peor.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://personales.ciudad.com.ar/PLACEBOVIRTUAL/OUROBOROS.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px;" src="http://personales.ciudad.com.ar/PLACEBOVIRTUAL/OUROBOROS.jpg" alt="" border="0" /></a><br />La basura, si se deja reposar por una semana a la intemperie, comienza a soltar un jugo que apesta. Una vez alojé en el departamento de una muchacha que jamás hacía aseo: todavía conservo ese descompuesto olor a muerte impregnado en los sesos. Ella no lo sentía.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Ahora bien, es época de balances, buenos deseos y propósitos para el nuevo año. Mi meta inmediata es parecer una persona decente y vivir como tal. Más adelante trataré de serlo de verdad.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Feliz Año Nuevo.</p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com42tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1134578605928802632005-12-14T13:46:00.000-03:002006-03-18T10:22:16.993-04:00Complejo de Inferioridad<span style="font-family:arial;">"<em>Cuando cumplas dieciocho medirás un metro ochenta y quizás más. Felicitaciones</em>". Qué feliz fui cuando el experto en crecimiento examinó la radiografía de mi mano y emitió su veredicto. Tenía 11 años pero mi desarrollo óseo correspondía al de un niño de 7. Es decir, me quedaba más de una década por crecer. Y vaya que crecería, pues en ese entonces con suerte superaba el metro veinte. Sospecho que si hoy demandara al optimista médico-futurólogo su crimen ya habría prescrito. No, está claro que no llegué al metro ochenta, con suerte al metro setenta si me pongo en puntillas o me paro arriba de una caja. </span><br /><span style="font-family:arial;"><br /><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/Plupo%20Ni__o.jpg"><img style="margin: 0px 0px 10px 10px; float: right;" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/200/Plupo%20Ni__o.jpg" border="0" /></a>Cuando entré a Kinder sabía leer y escribir, y lo hacía. Me aburría soberanamente mientras el resto de los infantes ensayaba palotes y redondelas. Las parvularias me usaban cual espectáculo de feria recorriendo las salas para mostrarles a los niños más grandes que un enano como yo ya exhibía una hermosa caligrafía. Así, sin saber cómo, en vez de avanzar al año siguiente a primero básico salté vía expresa a segundo y me convertí en la perpetua guagua del curso. No sólo tenía casi dos años menos que mis compañeros sino que era lejos el más bajo de todos. Cuando nos tomábamos de la mano en la fila parecía el muñeco de la niñita que caminaba a mi lado. Cariñosos, mis amigos del Liceo Alemán de Los Ángeles me apodaron Manquehuito Pop Wine. Si hubiera vivido en Santiago de seguro me habrían llamado Enano Maldito, Fumarola u Hombre Isla. </span><br /><span style="font-family:arial;"><br />Malditos, eso hicieron. Es difícil encajar cuando aparte de llegarles al cuello eres mega-tímido y existe una brecha generacional obvia: mientras tú juegas a los barquitos ellos obligan a su polola a practicarles sexo oral. No sé porque me acordé de eso. En fin, por suerte mi compañero Conejo se pasmó en Primero Medio y no creció más. Al año siguiente pegué un levísimo estirón y lo pasé por un par de centímetros: por primera vez en mi vida había dejado de ser el más chico del curso. El Conejo, pobre, se convirtió en el Mapahue oficial y entusiasmado participé en las pateaduras que le brindamos cotidianamente. Puf, me salvé jabonado.<br /><br />En fin, en todo esto discurría mientras me cocinaba en la infinita fila para sufragar por Arturo Manguaco a diputado (no salió electo, aunque tal vez sí erecto). Observé con atención una muestra brutalmente aleatoria de mis compatriotas y comprobé que sin duda califico como un chileno promedio. Esta larga y angosta faja de tierra está llena de gente corta y gruesa. La mayoría de los tipos mayores que yo, de hecho, eran más pequeños. Pocas veces me expongo a este tipo de aglomeraciones democráticas y por alguna necia razón experimenté un inmenso alivio. Qué normal me sentía, si hasta me veía alto entre tanto tacuaco.<br /><br />Superé mi complejo por tres horas y cuarto hasta que camino a casa recordé que los ‘jóvenes’ no votan y sin duda la generación que viene fue mejor alimentada. Crecen y crecen los muy desgraciados, las hormonas del pollo los han convertido en gigantes y te miran hacia abajo con objetivo desprecio. Resignado, he perdido la esperanza en el estirón prometido 20 años atrás y admito que lo más probable es que para el 2032, si llego a estar vivo, califique como 'duende' en el censo previsto para ese año.</span>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com41tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1133984067224742152005-12-07T16:40:00.000-03:002005-12-09T21:09:30.623-03:00Rebote Generacional<span style=";font-family:Arial;font-size:100%;" >Mi gusto musical sin duda puede ser catalogado </span><span style=";font-family:Arial;font-size:100%;" >como dudoso. Vale, está bien, disfruto la basura. Fui feliz cuando logré piratear los grandes éxitos de Men Without Hats y admito con rubor que se convirtió en uno de mis discos de cabecera. Uno de los momentos más emocionantes de mi vida fue pedirle <a href="http://photos1.blogger.com/blogger/4426/829/1600/Moscas%20de%20Erasure.jpg">un autógrafo</a> a Vince Clarke y Andy Bell de Erasure. Me temblaban las canillas como calcetinera. Eso creo que lo dice todo.</span><span style=";font-family:Arial;font-size:100%;" > <o:p></o:p></span> <p class="MsoNormal"><span style=";font-family:Arial;font-size:100%;" >De alguna manera me quedé pegado en 1988. Insisto a quien quiera oírlo que los ’90 fueron una porquería y que lo poco rescatable tuvo sus orígenes evidentes en la década previa. Si es por hacer buen pop, entre Oasis y Duran Duran creo que no hay donde perderse. Juzgo a Nirvana como una acertada mezcla entre Pixies y Sonic Youth. El mejor álbum de los últimos quince años es Loveless de <a href="http://www.planetjesterz.com/mbv/images.php">My Bloody Valentine</a>, una síntesis de todo lo bueno que nos dejó la banda cumbre de la historia, <a href="http://www.sysvisions.com/feedback-zine/articulos/a_jesus&marychain.html">The Jesus and Mary Chain</a>. Camouflage y Alphaville merecen la entrada inmediata al salón de la fama del pop & pop. Eso opino. Sé que estoy equivocado y me importa una hueva.<br /></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/jamc.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/jamc.jpg" alt="" border="0" /></a></span></p> <p class="MsoNormal"><span style=";font-family:Arial;font-size:100%;" >Pese a todo, por alguna razón mi esperpéntico gusto ha permeado a quienes me rodean. Mi hermano, nacido el ’81, escucha casi lo mismo que yo. Descubrimos por fin este 2005 a Ultravox (con 20 años de retraso) y logré convencerlo de que Ladytron parió dos discos perfectos y nadie se dio cuenta. Obvio, de alguna manera me hace sentir orgulloso influir en la gente aunque sea en temas de importancia mediana tirando para escasa. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style=";font-family:Arial;font-size:100%;" >Lo curioso es que pasé tantas jornadas reclamando contra lo<span style=""> </span>fome de la música contemporánea que de repente me vine a dar cuenta de que había llegado en gloria y majestad el inevitable revival ochentero. Los grupos suenan hoy igual que hace veinte años. Interpol es Joy Division, BRMC es JAMC, The Bravery es New Order, Franz Ferdinand no sé qué es pero me suena conocido. Por fin, luego de una década, recuperé el interés por comprar discos nuevos, aunque como tengo banda ancha no pienso comprar ninguno (el día en que quiebre la Feria del Disco prometo fiesta). <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style=";font-family:Arial;font-size:100%;" >Un día llegó mi hermana de 18 añitos y me copió un álbum. Dijo que sabía que me iba a gustar y la miré con escéptico desdén fraternal. Ahora -en medio de flor de crisis- no puedo parar de deprimirme a mi entero gusto escuchando a <a href="http://www.mewsite.com/site_fr.html">Mew</a>. Igual que hace 13 años, cuando copié ese casete de My Bloody Valentine de la radio y no podía dejar de sufrir con él a oscuras en la pieza. No sé si se entiende, pero este rebote generacional de herencias y gustos lo hallo notable.<o:p></o:p></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com26tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1133549276905943792005-12-02T16:06:00.000-03:002005-12-02T16:37:16.590-03:00¿Qué Recibes a Cambio de 12 Lucas?<ul style="font-family: arial;"> <li>Una entrada para la ‘Tribuna Campeones’ del Estadio San Carlos de Apoquindo para la semifinal de la Copa Sudamericana entre Universidad Católica y Boca Juniors.</li> <li>Un viaje de una hora y media desde tu casa para llegar al culo del mundo. A la otra construyen el estadio en Rancagua.<br /></li> <li>Los embotellamientos más pavorosos de la ciudad con el auto frenado a perpetuidad en un ángulo de 45º. </li> <li>Tiempo para conversar sobre diversos tópicos de sumo interés con mi amigo Manguac.</li> <li>Un pinganilla que te cobra dos lucas por dejar abandonado tu vehículo particular en el improvisado estacionamiento instalado en la loma de un cerro.</li> <li>Otro pinganilla que te vuelve a cobrar dos lucas tres metros más allá so amenaza de “<span style="font-style: italic;">te voy a romperte la cagá de auto completo, compadrito</span>”.</li> <li>La humillación suprema de tener que <i style="">explicarle</i> a este mismo saco de huevas que ya le había pagado a su colega, socito. </li> <li>Dos metros más allá, cien integrantes de las fuerzas de orden que te obligan a subir a "la vereda" en un lugar en el que no existen las veredas sino el más completo descampado. </li> <li>Accesos al estadio que no contemplan el tránsito de peatones por lo que estás a punto de ser atropellado en tres oportunidades.</li> <li>Boleterías ubicadas arriba de un cerro sin ninguna clase de sendero, huella o caminito. Ergo, zapatos hechos polvo.</li> <li>Un carabinero que te obliga a botar el diario gratuito que te entregaron a la entrada pues “<span style="font-style: italic;">al estadio no se puede entrar con diarios</span>” (una vez tuve que regalarle mi cinturón nuevo a un guardia en un estadio, pero esta es ya la cumbre de la idiotez: ¿acaso podría asesinar a diariazos a alguien?). </li> <li>Una hora y media de espera antes del inicio del partido y sin el puto diario para matar el tiempo. Parados, por cierto: ya no quedaba asiento alguno. </li> <li>Media docena de manchas de cal en los pantalones luego de refregarte contra el muro que lograste reservar para apoyar tu humanidad y poder ver algo.</li> <li>Un lomito tomate-mayo (pero sin palta) por $1.500.</li> <li>Un partido de mierda en el que el equipo local llega una sola vez al arco en 90 minutos y al final queda eliminado con total y entera justicia.</li> <li>Mutación del viejo adagio de Revista Estadio “<span style="font-style: italic;">Jugaron como nunca y perdieron como siempre</span>” por “<span style="font-style: italic;">Jugaron como las huevas y se cagaron encima</span>”. </li> <li>Locas carreras luego del pitazo final para devolverse al auto y no quedar atrapados en un taco por otra hora más.</li> <li>El mismo pinganilla que te amenazó la primera vez exigiéndote más plata para dejarte salir.<br /></li> </ul> <span style="font-family:arial;"> </span><br /><span style="font-family:arial;">Claro, de todo eso podría quejarme si hubiera gastado los doce mil pesos. Pero como las entradas eran gratis me da igual. Además ni siquiera me gusta la UC y aproveché de verle la cara en directo a cracks trasandinos que sólo conocía por la tele. Flor.</span>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com19tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1133229189642789302005-11-28T22:43:00.000-03:002005-11-28T23:13:11.860-03:00Vía Expresa al Infierno<span style="font-family: arial;font-family:arial;" >Mis parlantes artesanales fallecieron luego de picomil reparaciones con diversas clases de cinta adhesiva y alambre. En su lenta agonía se escuchaban cada vez más bajo, luego enmudeció el izquierdo y tenía que acercar mi orejita diestra al sobreviviente para saber qué canción sonaba. Conociéndome, entre cotizaciones, titubeos, consultas técnicas y reflexiones éticas con la almohada iba a tardar dos años en comprar unos nuevos.</span> <p style="font-family: arial;" face="arial" class="MsoNormal">Yo no gasto mucho. Hay semanas en las que salgo de la casa con luca en el bolsillo un lunes y el mismo billete sigue ahí planchado el viernes. No tomo micros ni metro, me alimento en mi casa y hace cuatro años que no compro un disco. Mi único desembolso frecuente son las pastillas de menta y el mote con huesillos en la punta del cerro.</p> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal" >En fin, por razones poco claras terminé hace un par de semanas en Almacenes Paris <span style=""> </span>(¿por qué no lleva acento?) buscando pantalones. Nota al margen: parece que el negro pasó de moda, pues en todo el lugarejo no había un puto pantalón de ese color. ¿Quién mierda puede querer elegir entre diecisiete tonos de beige? Un energúmeno, sin duda.<br /></p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Mientras escarbaba en la sección infantil a la espera de un milagro vi aparecer el área informática y en un rincón unos horribles parlantes de cinco mil pesos. “<i style="">Okey, haré un gasto</i>”, pensé resignado. Los revisé de arriba a abajo y su lamentable aspecto me decía que sin duda eran una buena porquería: aún así serían los elegidos. Incluso en un arranque de honestidad el vendedor me confirmó que no podría tomar una peor decisión que llevarme esas mierdas marca Flaitech Tronics. (Es más, en este punto debo confesar que en mayo pasado compré unos parlantes de seis lucas convencido de que había adquirido una ganga: era tal el chicharreo que se los regalé ipso facto a mi hermano. Un par de semanas después los botó.)</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Hay momentos en donde la vida te ilumina. Ahí, en medio del mall, sentí el susurro revelador. <i style="">“Oiga amigo, ¿a usted le gusta la música? Entonces lleve unos decentes mejor, si no son tan caros”</i>. Sí, caí redondito con su canto de sirena y metí sin reflexión alguna la mano al bolsillo, olvidando mis normas espartanas y moral de medio pelo.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Así ahora me reviento sistemáticamente los tímpanos con un búfer mastodóntico que salta como enajenado a medio metro de mis oídos. La cabeza me retumba en medio de un infierno de murallas de sonido y no soy capaz de detenerme. Aparte de ciego, sordo. Y como siempre, aunque gane, pierdo.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.elpollourbano.net/57taladro1.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px;" src="http://www.elpollourbano.net/57taladro1.jpg" alt="" border="0" /></a></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com28tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1132865763278316032005-11-24T17:55:00.000-03:002005-11-24T18:07:03.750-03:00Tirar la Cadena<span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;">He sido vacunado por <a href="http://meafecta.blogspot.com/2005/11/encadenado-la-literatura.html">J.</a> y una cadenita virtual, por lo que deberé postergar una vez más la redacción de ‘El Post más Estupendo Jamás Escrito’. Para ser francos ya estaba ansioso de que alguien me mandara una cadena, no sé por qué me ignoraban los muy desgraciados.</span><o:p></o:p></span> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span></p> <p style="text-align: center;font-family:arial;" class="MsoNormal"><span style="font-size:130%;"><b style=""><span style="">Cadenita literaria de todo gusto</span></b></span></p> <ul style="font-family:arial;"> <li><span style="font-size:100%;"><b><span style="color:black;">Estás atrapado en Fahrenheit 451... ¿Qué libro te gustaría ser? </span></b></span><span style=";font-size:100%;color:black;" >Las obras completas del fantoche-sensible-aspiracional Alberto Fuguet. Una por una a la pira. </span><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></li> <li><span style="font-size:100%;"><b><span style="color:black;">¿Alguna vez te enamoraste de algún personaje de ficción? </span></b></span><span style=";font-size:100%;color:black;" >Obviamente de Jo de Mujercitas. Flor de mina, poh.</span><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></li> <li><span style="font-size:100%;"><b><span style="color:black;">El último libro que compraste fue... </span></b></span><span style=";font-size:100%;color:black;" >La Escuadra Chilena en México (1822) de Carlos López. Es que soy muy <span style="font-style: italic;">cultors</span> (y estaba a luca).</span><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></li> <li><span style="font-size:100%;"><b><span style="color:black;">El último libro que leíste fue... </span></b></span><span style=";font-size:100%;color:black;" >Harry Potter y el Príncipe Mestizo. Al final estrangulan a Gandalf: no pierda su tiempo, joven, lea sólo los tres capítulos finales.</span></li> </ul> <ul style="font-family:arial;"> <li><span style="font-size:100%;"><b><span style="color:black;">Cinco libros que llevarías a una isla desierta:</span></b></span><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></li> </ul> <ol style="font-family:arial;"> <li><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span><span style="font-size:100%;"><b><span style="color:black;">La Isla Misteriosa, Verne: </span></b></span><span style=";font-size:100%;color:black;" >porque es más entretenido que la cresta, te enseña a fabricar dinamita con unos yuyos y además gracias a Julio Verne aprendí a leer.</span><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></li> <li><span style="font-size:100%;"><b><span style="color:black;">El Guardián entre el Centeno, Salinger: </span></b></span><span style=";font-size:100%;color:black;" >para encontrar mi adolescente interior, gua. Oh, ya lo encontré: ¡maldito hijo de puta, deja de hacer huevadas!</span><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></li> <li><span style="font-size:100%;"><b style=""><span style="">Curso de Desarrollo Muscular, Charles Atlas</span></b></span><span style="font-size:100%;">: dejaría de ser un alfeñique y aprovecharía de desarrollar el omóplato, que lo tengo algo laxo. <o:p></o:p></span></li> <li><span style="font-size:100%;"><b style=""><span style="">Las Memorias del Mago de la Polla Gol, Roberto Jacob Helo:</span></b></span><span style="font-size:100%;"> el sistema más eficiente para conciliar el sueño en las noches solitarias del trópico.<o:p></o:p></span></li> <li><span style="font-size:100%;"><b style=""><span style="">Hambre, Knut Hamsun: </span></b></span><span style="font-size:100%;">para cachar que hay gente peor que yo y así dejar de quejarme por un rato.<o:p></o:p></span></li> </ol> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><o:p> </o:p></span><span style="font-size:100%;"><br /><b><span style="color:black;">¿A quién le pasas esto y por qué? </span></b></span><span style=";font-size:100%;color:black;" >A mi amigo personal Sebastián Piñera Echeñique, a fin de dinamizar nuestro vínculo como colegas blogueros.</span><span style="font-size:100%;"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;"><b><span style="color:black;"><o:p> </o:p></span></b></span><span style=";font-size:100%;color:black;" >Antes de que me llegue la cadena del escritorio la incluyo como bonus.<br /></span></p> <p class="MsoNormal"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/Escritorio%20M%3F%3Fo%20de%20M%3F%3F.2.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/Escritorio%20M%3F%3Fo%20de%20M%3F%3F.2.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style=";font-family:Arial;font-size:100%;color:black;" >Pucha que soy tierno. </span><span style=";font-family:Arial;font-size:10;" ><o:p></o:p></span></p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com22tag:blogger.com,1999:blog-13472071.post-1132602035827448882005-11-21T16:54:00.000-03:002005-11-21T16:54:01.790-03:00Aborto Espontáneo<span style="font-family:arial;">Por razones que no viene al caso comentar me encontraba estacionado solo como los huevones en Dublé Almeyda un cuarto para las cinco de la tarde de un soleado domingo primaveral. La tarde transcurría pegajosa y mataba el tiempo pensando en qué diablos podría escribir en este espacio en donde revelo mis huevadas menos íntimas y sin gracia. Pensé en hacer una crítica gastronómica a las Chorrillanas J. Cruz, pero luego me acordé que no había comido ni una mugrienta papa frita en la masiva </span><a style="font-family: arial;" href="http://bizarromundodewilly.blogspot.com/2005/11/conclusin.html">asamblea del viernes</a><span style="font-family:arial;">. También estimé pertinente confeccionar un panegírico sobre los hermanos Iglesias, pero ya les dije en persona que son más graciosos que la chucha así que no venía al caso. Finalmente renuncié al esfuerzo y opté por divagar sobre otros tópicos que por estos días ocupan mi atribulada maceta.<br /><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/General-Kanone1.0.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/320/General-Kanone1.0.jpg" alt="" border="0" /></a><p class="MsoNormal" style="font-family: arial;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/4627/1108/1600/General-Kanone1.jpg"><br /></a> </p> <p style="font-family: arial;font-family:arial;" class="MsoNormal">En eso estaba cuando tres péndex de primer ciclo básico escalaron el muro frente a mí y comenzaron a jugar a los espadachines con unas ramas de higuera. Los muy huasamacos se equilibraban precariamente a unos tres metros del suelo y el mayor azotaba al más chico con toda la intención de sacarle un ojo de su cuenco. A su lado una reja puntiaguda los esperaba: en más de una ocasión estuvieron a punto de venirse guarda abajo para terminar empalados frente a mí. Ya me veía descolgando a un enano del fierro y partiendo raudo hacia la Posta mientras le gritaba ‘¡resiste, niño!’. Flor de post… </p> <p face="arial" class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 110.2pt 0.0001pt 36pt;font-family:arial;"><b style=""><span style="color:blue;"><span style="color: rgb(51, 51, 153);font-size:130%;" ><span style="font-family:trebuchet ms;"></span></span></span></b></p><blockquote style="font-family:arial;"> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 47.2pt 0.0001pt 18pt;font-family:verdana;"><span style="font-weight: bold;font-size:100%;color:blue;" ><span style="color: rgb(51, 51, 153);">Dejad que los niños vengan a mí</span></span><b style=""><span style="color:blue;"><o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 47.2pt 0.0001pt 18pt;"><span style="font-size:85%;">He salvado otra vida, aunque parezca increíble. La tarde dominical avanzaba cansina cuando de pronto observo alelado cómo un juguetón mozalbete se ensartaba cual lanza un fierro en el tórax. Bajé presuroso de mi vehículo particular Clase B y lo acurruqué entre mis brazos…</span> </p> </blockquote><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 110.2pt 0.0001pt 36pt; font-family: trebuchet ms;"> </p> <p face="arial" class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p> <p style="font-family: arial;" face="arial" class="MsoNormal">Pero justo cuando ya me imaginaba los palmoteos en la espalda, la nominación a Mr. Blogger y -por qué no- la inauguración de una placa alusiva con mi nombre, de la nada apareció la hermana de uno de los protomosqueteros, trepó al muro y lo bajó de un ala. Quedaron arriba los dos más cargantes, así que mantuve aún alguna esperanza. Pero los muy torpes -en vez de seguir con sus burradas en relativo silencio- eligieron ponerse a berrear como simios en celo. En menos de un minuto vi aparecer a lo lejos <span style=""> </span>la figura furibunda de un padre angustiado, quien en tres zancadas llegó al lugar, les pegó su buen par de chuletas en el traste y los mandó de vuelta a casa con dos cachetadas tipo payaso.</p> <p style="font-family: arial;" class="MsoNormal">Mientras los aguafiestas se iban chillando yo pensaba en qué cresta iba a escribir entonces.</p>Distemperhttp://www.blogger.com/profile/01464473393604945614noreply@blogger.com32