Donde Bahamondes
Mientras sostenía el vaso de bebida con la axila bajé la vista para pelar un maní. Justo en ese instante la gente se comenzó a parar y segundos después sentí el grito de la masa. Así que intentando equilibrar vaso-maní pelado-paquete de maní asomé mi cabecita entre el respetable para ver a los jugadores celebrando. Ni siquiera pude empuñar las manos para festejar. Por culpa del maní no vi el gol del empate de la U frente a Sao Paulo. Muy frustrante. Análisis futbolístico: pucha que somos malos para la pelota.
Terminado el cotejo nos fuimos con Manguac a tomar una cerveza al Bar Bahamondes. Mi amigazo está triste por una mala mujer. No detallaré nuestra conversación por respeto a su intimidad. Análisis romántico: algunas mujeres se comportan como hombres.
Hoy amanecí como si me hubiera tragado un cenicero y bastante chambreado, por lo que estimo conveniente alegrar este post con una lista de eventos asociados a 'Donde Bahamondes', antro que por años fue mi segundo hogar.
- Debuté en Bahamondes durante mi primera semana en la U cuando un latero nos llevó para entonar ciertas canciones con su guitarra. A ese sujeto -que hoy es figura de Informe Especial- lo encontré de nuevo ahí hace un par de años borracho como sapo y me volvió a dar la lata.
- Una tarde anónima vi a Don Lucho, el dueño, emerger por debajo de nuestra mesa desde un subterráneo del cual nadie se había percatado. En esa época el piso era de tierra; ahora es de baldosa y el sótano parece estar clausurado. ¿Qué cresta habrá ahí abajo?
- Una tarde de viernes Negro Pardo se gastó en cerveza 20 lucas que se encontró botadas en la calle. Docenas de estudiantes acudieron al festejo. Ese día yo tenía que hacer una especie de prueba de cámara de chaqueta y corbata: terminé siendo grabado con la corbata como cintillo intentando simular un tambaleante despacho. "Por favor ándate ya y vuelve el lunes", me señaló el cameraman conmovido ante mi performance. Qué lindo sería rescatar ese videoclip.
- Recuerdo patentemente haber estado un día a las 10:30 AM junto a Negro Pardo y JP (el Triunvirato) sentados en la puerta del bar esperando a que abrieran. En tercero de la U fui los siete días de una semana al Bahamondes
- Afuera del Bahamondes le juré amor eterno a Erika O., mi obsesión de segundo año. Ella me dijo que aunque yo era bastante simpático de ningún modo le gustaría estar conmigo: "es que no me gustan los borrachos", me explicó. Mi polerón quedó todo manchado de pintura seca debido al nervioso refriegue de mi espalda contra la muralla mientras intentaba convencerla de que 'podía cambiar'. Paralelamente, en el interior de local JP vomitaba el piso mientras don Lucho lo perseguía con un balde de aserrín. Luego le sirvió un té.
- Durante un cumpleaños de Negro Pardo no sé cómo terminé semi-desmayado debajo de la fila de mesas. Luego desperté y me puse a lanzarle galletas al resto de los parroquianos. A nadie le hizo gracia.
Ahora que veo escrito todo esto es bastante patético. Análisis personal: uno puede hacer esa clase de boludeces mientras el hígado le aguante.
5 testimonios
Precisamente mañana iré a esa parroquia, de puro sapo y para cambiar el ambiente de la Piojera y al de un bar que queda cerca de la plaza de armas donde la media de edad cuando yo no voy es de 75 años.
como todos lo weones que van hoy en dia al bahamondes copion culiao aprende a escribir y despues te las day de escritor copiandole a los grandes barsuo tragando ceniceros comportandose como hombre hace valer la verdad aunque te cueste copion culiao.......
Entonces dame unas clases de cómo escribir, analfabeto saco de huevas.
lo lamento ya no aprendiste eso se lleva en la sangre "COPION" sale de ese bar pulgoso y ven a encontrarte en los "socorros mutuos" ahi es donde esta la poesia hoy .
Bahamondes murio cuando Lucho su dueño tiene guata de fierro entendiste verdad
esto queda en irarrazaval casi al llegar a plaza ñuñoa al lado de una compraventa de automoviles.
Hay pipeño de verdad y su capitan es de verdad ; ven aca y charlamos de poesia ....
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