Ventajas y Rebajas
A fines de marzo, cuando este blog navegaba en el marasmo, pretendí relatar mi genial descubrimiento de una liquidación de zapatos en Portugal con Diez de Julio, a tres cuadras de mi casa (lindo barrio ¿eh?, harta chiquilla por acá). Pero descarté rápidamente el tema por fome.
En fin, el punto es que había pasado todo el verano luciendo unas obsoletas y sucias zapatillas CAT que fueron la única opción luego de que mis queridos zapatos de astronauta fallecieran tras múltiples reparaciones. Pero -debo confesarlo- las zapatillas aquellas me daban vergüenza. No es que preste demasiada atención a los dictados de la moda, pero ciertamente era un poco indigno ir a trabajar o presentarme en sociedad con esas mugres de lona desteñida y rotosa. Sin embargo mi insana aversión al gremio del comercio conspiró para que pasaran los meses y siguiera usándolas (luego las lavé y quedaron duras como cartón piedra: falta de enjuague, creo). Mi ley es que el zapato se usa hasta que se rompe y no puedo entender cómo las mujeres pueden manejarse con cinco o seis pares a la vez.
Y así llegamos a marzo: una tarde pasé frente a la citada liquidadora y me sorprendí por lo conveniente de los precios. Sin pensarlo mucho revisé la oferta y elegí unos zapatones que equivocadamente catalogué como bototos de caña baja. Llegué luego ufano a casa anunciando que por apenas once mil pesos tenía estupendo calzado nuevo. "Parecen zapatos de colegio", me advirtieron... Sí, en mi infinita imbecilidad había comprado un saldo de zapatón escolar tipo 'He-Man' de Bata y ni siquiera me había dado cuenta pese a lo obvio (fines de marzo, saldos... mmh). Habitualmente cuando vas a un lugar la gente no repara demasiado en tus pies: en mi caso todo el mundo me decía que parecía colegial y alegres me preguntaban si acaso no le había quitado los bototines a mi hermano chico.
El absurdo tema quedaría ahí si no fuera porque pronto el uso de aquellos calamorros se transformó en una tortura. Me desagrada mucho mencionarlo, pero debo reconocer que tras algunas semanas el plástico del que probablemente estaban hechos me comenzó a hacer transpirar como animal. En medio de mi jornada laboral -y con el frío polar que hace- debía ir al baño, sacarme los zapatos y ventilar los calcetines húmedos agitándolos indignamente por el aire. Apenas llegaba al hogar me ponía mis pantuflas con forma de perro y ese sin duda era el momento más agradable del día. El talco nunca funcionó (suspiro).
Tozudo, estaba resignado a seguir este via crucis hasta cuando fuera necesario, pero afortunadamente algún espíritu se apiadó de mí y el lunes pasado al mugriento zapato derecho se le despegó la suela casi por completo luego de intentar zafar un pestillo. "Se te rompió el bototo", me informó Caramelo La Diseñadora mientras el taco bailaba en el aire a punto de caer. Luego de dos días de miseria -chapoteando en las pozas y tratando de esconder el enorme forado- decidí dejar de hacer el ridículo y partí resignado al mall Florida Center (que por suerte no es un negocio boyante porque a las cuatro de la tarde estaba totalmente vacío; sería la lluvia) "¿Son buenos estos zapatos?", le consulté ingenuamente al señor vendedor. "Sí, los vendimos durante todo el año pasado y no hubo ninguna devolución, además tienen garantía por tres meses", me comunicó. ¿Alguien devuelve acaso sus zapatos luego de tres meses de uso?
Y hoy luzco unos lindos zapatos bailarines de cuero de veinte lucas que espero aguanten el invierno. Bah, ¿¡cómo voy a gastar 50 mil pesos en un par de zapatos!?
19 testimonios
uy, creo que el lado femenino lo demuestro comprando zapatos, zapatillas... soy muy caliente en ese aspecto (en el otro tb), pero si un zapato me gusta, me lo compro, cueste lo que cueste.... no lo compraré inmediatamente, pero lo hago, tengo como ocho pares de zapatos y tres de zpatillas y termino usando el mismo casi todos los días (pasan como que son de seguridad).
Hace un par de meses me yuve que comprar unos de seguridad, de verdad, son lo peor, me costaron 13 lucas y son lo mas duro y pesados que puede haber, mis patitas no lo resistieron y ahí quedaron.
"Vendo zapatos de seguridad, talla 42, poco uso, precio conversable"
Querido Distémper:
Fui a comprarme zapatos hace poco, cosa que odio tanto como mis fotos de mi primera comunión, andar en micro a las seis de la tarde en verano o ver las fiestas grabadas de año nuevo en la tele. No tenía claro qué específicamente iba a comprar, pero entré. En realidad desde el primer minuto sabía que no había ningún zapato en la vitrina que me gustara. Y digo algunos porque en realidad fueron ocho pares. Obviamente ninguno me quedaba bien. El 36 un poco grande y el 35 muy justo. El café combinaba con todo, pero ya tenía otros parecidos en la casa. El rojo estaba bonito, pero el color del taco no le quedaba bien. El negro era clásico, pero se me iba el pie para adelante. Ocho cajas estaban desparramadas por el suelo al lado de mi asiento. Un espejo enorme al frente no hacía si no ponerme más insegura al mirarme no sólo los zapatos, sino las piernas, las caderas, la cintura y la cara.
Era la hora de almuerzo y hacía calor, cosas que se hacían notorias en la cara del vendedor. Era un gordito pelado que lo único que le preocupaba era vender; cero apoyo, cero consejo. Típico que uno pregunta cuál me queda mejor, aunque uno siempre sepa cuál exactamente es el indicado, pero nada. Ya bastante hastiado, fue guardando todos los pares que yo dejaba de lado. Me quedé con dos. Un modelo café en el izquierdo, y uno rojo en el derecho. Ninguno me gustaba tanto, pero sentía que era mi deber llevarlos por los 45 minutos que me había demorado en probármelos todos. Sin embargo, algo en mi cabeza reaccionó para no repetir lo que mil veces he hecho: mi clóset está lleno de cosas que llevé por compasión al vendedor. Volví a mis botas todo terreno, levanté mi bolso y le dije “sí, están bonitos, pero no me gustan tanto. Seguro me quieres matar, pero bueno, no puedes”. Mientras salía, podía sentir las maldiciones y los garabatos entre dientes que finalmente no me importaron. Fui una mujer malvada, desconsiderada y obsesiva con cierto tipo de cosas: mis botas negras sin lustrar y sin fecha de vencimiento.
PD: ya publiqué el final...
Por eso no me gusta ir a comprar ropa: el vendedor lo único que quiere es encajarte lo primero que te muestra, ojalá algún zapato o prenda que nadie quiere. Encuentran que todo te queda bien, y peor aún si vas acompañado, porque se ponen de acuerdo con tu partner para hacerte comprar algo que jamás llevarías si estuvieras solo. 'Ay, si te queda tan bien ese polerón calipso con amarillo'. Y lo llevas y luego lo entierras en el closet hasta donarlo a la Cruz Roja para alguna inudación.
Prefiero el autoservicio o la compra virtual, sin duda. Pero no existen zapaterías por internet (lo sé por qué las busqué).
Ja..ja... wena la de los zapatos plásticos.... cuánto gastaste al final ehh?? más de 30 lucas??... con esa plata de más que podías encontrar un durable y cómodo zapatón....
A mi me encantan los zapatos, nunca los he considerado un GASTO... sino una INVERSION....Soy peatona total y no pordría andar con unos que se me desarmen o que generen hedor!!!
Zapatos de plástico??.. nunca más!!!
En mi época universitaria ya tuve un par Bata.. puajjj!!
Ojalá los de 20 mil te duren al menos por el invierno.. mis sinceros deseos..
p.d TE ODIO... estuviste en Praga??? Grrrrr!! Alucino con visitarla....
buenas las fotos y agradable ver la dijecita cara de distempercito... bien!!
Notable...yo me mantuve en la universidad con dos pares y se me hacian agua los pies..(estudié en el sur, con muchos inviernos al haber). Para un cumpleaos mi abuelita me regaló un par de zapatos que fui a elegir yo misma, color burdeos (no convinaban con nada, ja,ja,ja) en Royle, una antiquísima tienda Valdivia que ya quebró lamentablemente y me duraron tres años por lo menos hasta que los tuve que abandonar. Luego me fui a hacer la práctica a Tortel por el Servicio País y me compré uno de esos zapatones que dices, costaron 10 lucas y duraron 3 semanas en las peores condiciones del tiempo, fui con ellos a un ventisquero y se rompieron allá..me quedé a pata, ja,ja,ja, volví a Valdivia con los zapatos rotos y la convicción de mejorar mi stock con mejores zapatos. Pero el año pasado andando en Puerto Montt con mis pescadores entramos a comprar ropa de seguridad y me enamoré de unos bototos de gruesa suela café, calientitos, de cuero, blanditos, livianitos, que no parecen de seguridad, salvo por la punta de fierro, ja,ja,ja y con esos voy a Galápagos el otro fin de semana si no me siguen corriendo el puto feriado aqui en Ecuador.
Definitivamente, como dijo Aynna, es una cuestión de invertir, en lugar de gastar.
Yo ando con mis zapatos invernales, abrigados aun con la lluvia de ayer, solo tengo que preocuparme de ponerles la famosa grasa esa para que no absorban agua y con eso salvo de andar con los pies mojados.
Me gaste como 50 lucas, pero es obvio que me van a durar varias temporadas con lo cual al final se prorratean. Tampoco son feos, en realidad me gustan bastante. En fin, pura satisfacción
Me carga comprarme ropa y zapatos, típico que nunca encuento lo que me gusta y me quede bien... y me duele la guata en el momento de pagar. Respecto a los zapatos es lo único que me permito "gastar" harta plata porque como dijieron más arriba, no pretendo castigar a mis patitas con algo incómdo .. y lo barato cuesta caro.
[Griselda .. dónde o qué marca son esos zapatos de seguridad maravillosos ... yo no he podido usar los míos, y ahora están cotizando unos aquí .. quizá nos sirva el dato]
La enseñanza es que 'lo barato cuesta caro', pero sigo encontrando una exageración pagar 50 lucas de una vez por un simple zapato, aunque dure años. ¡Si un reproductor de DVDs cuesta 30 lucas! ¿Cómo un pedazo de cuero cosido a una suela de goma va a ser más caro?
En la última década casi todo ha bajado de precio (ropa, electrodomésticos, muebles) pero no los zapatos. La democracia aún no llega al calzado... salvo con esas mugres que me compré, que no eran nada de democráticas.
Saludos a todos-todas.
hummm, lo único que se me ocurre es que el DVD de 30 lucas es el equivalente de los zapatos de 10 lucas
:-)
Naaah... me compré hace un año un DVD Recco de 29 lucas. He visto unas 300 películas sin problemas, con flor de calidad de imagen y un sonido que te mueres. Y además mi hermano me lo desbloqueó en 30 segundos y quedó multizona. ¿Ves?
Primera ley de Jalisco :
la excepción confirma la regla
Costumbrado a esto de los mea culpa, yo acuso: SI YO ME COMPRO ZAPATILLAS CARAS... Si SOY CULPABLE Y QUE ... Y LO GRITOA A LOS 4 VIENTOS. Es un asunto de obsecion a la larga. pelie un kilo por tener zapatillas adidas rojas, por que en el video de Canned heat jason K tenia unas de esas, ahora ndo feliz con unas nike cortez roas, que me costaron 1 semana entera de trabajio (37 lucas)
lo más caro han sido unas botas negras notables... taco alto... dignas de xmen... estilosas... mato... me costaron más de 55
al año siguiente estaban las mismas a más de 90... y de ahi no han bajado... buena inversion no_?
Jajaja pero si es la raja ir a comprarse zapatos!!!! a mi me da lata ir a comprarme ropa, pero zapatos es lo mejor!!!! ok, soy mujer, será por eso que me gusta tanto.
Me da risa que ocupes todas las palabras del diccionario en tus post, "ufano" "tozudo" etc.
Me gusta mucho tu blog.
lo barato sale caro,
eso dicen o no?
no, que no he pensado en cerrar el blog, solo fue un día extraño.
gracias por el comment. arriba curiosity killed the cat! :)
Comprarme zapatos es para mi una tortura; como uso plantillas, con suerte 1 de cada 15 pares me queda realmente bien. Y de cada 15 pares que me quedan bien, solo 1 me gusta. Yo creo que en las zapaterías ya me tienen fichada. En todo caso, me compre hace 4 años unos zapatos de 30 lucas y todavia estan casi como nuevos, asi qye la inversión valió la pena.
Algo similar me ocurre con la ropa, soy bastante mañosa y pocas cosas me quedan buenas, debido a dos... prominentes... razones. Je.
Ojala estos zapatos te duren, para que no tengas que someterte a la tortura otra vez.
uy, yo soy lo más fome que hay para comprarme zapatos y ropa. De hecho me carga vitrinear, pero como paso por el mall paseo estación todos los días (o pasaba) para ir a tomar la micro a mi casa, en dos tiendas miro ropa y zapatos y si tengo plata y hay algo que me gusta me lo compro (casi ni me lo pruebo)...odio tener que comparme esas cosas.
Vitrinear es la actividad más lamentable en que un ser humano puede ocupar su tiempo, en mi modesto juicio. Si algo que no soporto hacer es ir de compras. Ojalá hubiera Navidad dos veces al año para que mis papás me surtieran de ropa regalada y nunca tuviera que pasar por un mall. Pero como mi cumpleaños cae en diciembre, siempre tengo demasiada ropa veraniega y poco suéter.
Saludos para todos.-
Por si no lo notaste, lo ventajoso de haber comprado calamorros escolares, es el poder que otorga a quien los ocupa y la gran plusvalía que genera a los piesecitos de niño azulosos de frio. A mi por ejemplo me daba por correr como el hombre nuclear o bien lanzar rayos en medio de una batalla para llegar a destruir la luna del "hedor" en plena guerra de las galaxias. Finalmete optaré por la liquidadora escolar...
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